A continuación reproducimos la carta del Santo Padre a Luciano Fontana, director del Corriere della Sera, en respuesta al mensaje que Fontana le envió mientras estaba hospitalizado.
Sr. Director,
Quiero agradeceros las palabras de cercanía con las que habéis querido estar presentes en estos momentos de enfermedad en los que, como he tenido ocasión de decir, la guerra parece aún más absurda. La fragilidad humana tiene el poder de hacernos más lúcidos sobre lo que dura y lo que pasa, sobre lo que da vida y lo que mata. Quizá por eso tendemos tan a menudo a negar nuestros límites y a rehuir a las personas frágiles y heridas: tienen el poder de poner en tela de juicio la dirección que hemos elegido, como individuos y como comunidad.
Me gustaría animarte a ti y a todos los que dedican su trabajo e inteligencia a proporcionar información, a través de las herramientas de comunicación que ahora unen nuestro mundo en tiempo real: sentid la importancia de las palabras. Nunca son sólo palabras: son actos que construyen entornos humanos. Pueden conectar o dividir, servir a la verdad o desvirtuarla. Necesitamos desarmar las palabras para desarmar las mentes y desarmar la Tierra. Hay una gran necesidad de reflexión, calma y sentido de la complejidad.
Mientras que la guerra se limita a devastar las comunidades y el medio ambiente, sin ofrecer ninguna solución a los conflictos, la diplomacia y las organizaciones internacionales necesitan sangre nueva y credibilidad. Las religiones pueden recurrir a la espiritualidad de los pueblos para reavivar el deseo de fraternidad y justicia, y la esperanza de paz.
Todo esto requiere compromiso, trabajo, silencio y palabras. Sintámonos unidos en este esfuerzo, que la Gracia celestial nunca dejará de inspirar y acompañar.
François
Roma, Policlínico Gemelli, 14 de marzo de 2025
Fuente : Noticias del Vaticano
